Fisioterapia para la recuperación postquirúrgica: Claves para un buen tratamiento

Fisioterapia postquirurgica
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En la última década, la fisioterapia postquirúrgica se ha convertido en un proceso inherente a la recuperación del paciente tanto a nivel físico, como a nivel de calidad de vida después de una cirugía, ya sea traumatológica o de otro tipo. La fisioterapia en el paciente post quirúrgico es muy amplia y variada, desde mejorar la cicatrización de un tejido, evitar la atrofia tisular, o mantener y mejorar la movilidad articular entre otras.

¿Qué es la fisioterapia postquirúrgica?

La fisioterapia postquirúrgica es rama de la fisioterapia que se encarga de la recuperación tanto estructural como funcional del paciente después de una cirugía de cualquier tipo. Es muy importante la aplicación de fisioterapia lo antes posible ya que podremos evitar grandes complicaciones que pueden darse en el paciente:

  • Adherencias: se producen entre los tejidos adyacentes a la zona intervenida generando topes mecánicos y reduciendo la flexibilidad tisular.
  • Atrofia: pérdida de masa muscular como consecuencia al reposo absoluto excesivo que acaba generando debilidad articular y provocando posibles lesiones a corto y medio plazo tanto en la zona afectada como en otras a distancia.
  • Dolor: la inmovilidad y escasa estimulación de la zona intervenida va a generar debilidad a todos los niveles, escasa vascularización de los tejidos, retardo en la cicatrización, etc. Esto provocara sintomatología dolorosa que retrasara los periodos de recuperación.

Beneficios de la fisioterapia tras una cirugía

  1. Reducción del dolor: se emplearán técnicas de masaje superficial, termoterapia con frio o calor, movilizaciones pasivas, o activo-asistidas. Todas estas técnicas se podrán intensificar o sustituir dependiendo la cirugía y la zona a recuperar. Es muy importante empezar esta fase del tratamiento cuanto antes, ya que nos va a ayudar a prevenir adherencias y va ayudar a la mejor vascularización de la zona afectada.
  1. Mejora de la movilidad: a través del trabajo pasivo, activo-asistido se consigue tanto mantener el tono muscular del paciente, como mantener el arco o rango articular muy cerca del que el paciente tuviera previo a la intervención y por supuesto evitar posibles adherencias articulares que compliquen la recuperación.
  1. Prevención de complicaciones: se cual sea el gesto lesivo que llevo a tener dicha lesión, a través del tratamiento de recuperación perfeccionamos dicho gesto y recomendamos ejercicios encaminados a fortalecer dicha articulación o segmento corporal para evitar o aminorar la posible recidiva.
  1. Reeducación funcional: en las últimas etapas del tratamiento, cuando la estructura y función se encuentran recuperados, trabajamos la integración de ambos, para evitar que pueda volver a producirse la misma lesión.

Técnicas utilizadas

Las técnicas aplicadas en estos tratamientos dependerán de la fase de recuperación que nos encontremos. En las primeras fases los tratamientos estarán basados en terapia manual a través de masajes superficiales, deplectivos, para la cicatriz, etc. Y termoterapia a través del calor para aliviar el dolor y mejorar la vascularización de la zona, o a través de frío para combatir inflamación. Conforme avance la recuperación, se realizarán movilizaciones manuales de la articulación pertinente y se realizaran ejercicios isométricos suaves y, si es posible, ejercicios articulares activo asistidos o incluso activos.

También se pueden aplicar técnicas de electroterapia cuyo fin se basa en la ganancia de tono y de masa muscular. A medida que vayamos ganando musculatura y la recuperación llega a sus últimas etapas, aumentamos progresivamente la carga de entrenamiento muscular y ejercicios encaminados al fortalecimiento articular (propiocepción). Por supuesto, también se van a aplicar técnicas comentadas anteriormente como el masaje descontracturante, estiramientos, electroterapia, etc. Pero con fines de descarga e ir aliviando tensión de los tejidos durante su recuperación y fortalecimiento


Factores clave para un buen tratamiento postquirúrgico

Es de vital importancia la personalización del tratamiento, que el profesional intervenga en cada fase de la recuperación para asesorar, cambiar o ajustar cualquier tipo de ejercicio a las necesidades del paciente y de su lesión. Es muy positivo que el fisioterapeuta tenga conocimientos y formación si la lesión proviene del ámbito deportivo, ya sea futbol, baloncesto, etc. Ya que conocerá con más precisión el alcance de la lesión, etapas, asesoramiento, etc.

Por parte del paciente, es importante entender las fases de tratamiento, la intensidad, respetar cada etapa, tanto las de movilidad reducida como las más activas, ya que podría producirse lesiones asociadas como sobrecargas, o tendinopatías entre otras.

Conclusión

Lo más importante en el tratamiento fisioterápico postquirúrgico es la rapidez de intervención, es preciso comenzar cuanto antes a movilizar, masajear, estimular las zonas habilitadas para ello lo antes posible. Es completamente necesario la autorización del médico cirujano para iniciar cualquier procedimiento, sobre todo a nivel de movilidad articular y de ejercicios. Dependiendo del segmento afectado, puede haber cirugías y recuperaciones muy lentas, basadas en progresiones de meses, y es aquí donde es vital tener paciencia y no frustrarse por la velocidad del progreso. En las etapas más activas del tratamiento es necesario realizar todos los gestos y esquemas motrices con buena técnica y velocidad necesaria para evitar posibles recidivas o lesiones de tejidos adyacentes.

La supervisión del fisioterapeuta tiene que ser constante para un tratamiento efectivo y certero.

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