A lo largo de nuestra vida construimos nuestro YO a través de las experiencias vividas desde nuestro nacimiento hasta hoy. Algunas de estas experiencias nos marcarán y nos llevarán a desarrollar nuestra personalidad, nuestra manera de defendernos y de conectarnos con el mundo y las personas que nos rodean.
Estas experiencias y los modelos con los que convivimos hacen que desarrollemos capacidades como es la resiliencia emocional, la capacidad de afrontar y superar adversidades vividas, aprendiendo herramientas y construyendo fortalezas internas.
La resiliencia emocional no implica olvidar o evitar situaciones. Afrontar esas adversidades nos permite ganar en autoestima, autoconocimiento y un aprendizaje de herramientas de afrontamiento adaptativo.
¿Qué es la resiliencia emocional?
La resiliencia emocional es la capacidad de superar adversidades y fortalecer herramientas de afrontamiento de forma adaptativa. No implica olvidar los acontecimientos ni evitar el dolor de lo ocurrido.
Un ejemplo de resiliencia emocional lo podemos encontrar en eventos traumáticos por ejemplo: abuso sexual, violencia, accidentes, recuperación de una enfermedad, adaptación a una nueva vida o pérdidas cercanas.
Algunas personas pueden tener esta capacidad mientras que otras pueden aprender trabajando en la autoestima, autocuidado, construir herramientas adaptativas, gestionar tus emociones de forma funcional, fortalecer la seguridad y confianza en uno mismo y, en muchas ocasiones, ayuda profesional para sanar.
Importancia de Mejorar la resiliencia emocional
La resiliencia emocional nos ayuda a curar aquellas heridas pasadas que siguen abiertas en nuestro presente y nos limitan en nuestro día a día a través de la ira, la tristeza, la ansiedad o la vergüenza. El desarrollo de esta capacidad previene el desarrollo de trastornos de salud mental como puede ser la depresión y la ansiedad, que mantenidas en un largo periodo de tiempo puede derivar en la salud física como problemas digestivos, cefaleas o desarrollo de enfermedades.
Por otra parte, en el ámbito interpersonal, nos ayuda que las relaciones interpersonales sean de calidad y a identificar señales “rojas” a las que debemos poner límites claros y firmes.
Técnicas para mejorar la Resiliencia emocional
- Mira el pasado como una oportunidad de aprendizaje. Acepta aquellas situaciones como parte de tu vida sin castigarte o culparte y saca la fortaleza de esas situaciones.
- Trabaja en tu autoestima con ayuda de esa fortaleza.
- Cuida tu dialogo interno desde un lenguaje comprensivo y con amor.
- Rodéate de personas que sientes que te aportan y con las que te llenan de amor, déjate ayudar y dirige tu energía hacia aquellos que te importan y les importas.
- Vive el presente, conecta con las sensaciones placenteras y escuchas a tus emociones y tu cuerpo sin juzgarlo.
- Pon límites, di que no y expresa tu opinión de forma libre y con respeto.
- Practica el autocuidado físico a través del deporte y la alimentación, emocional con el cuidado y escucha de tus emociones y social con las relaciones interpersonales.
- Busca ayuda profesional que te ayuda a trabajar en las heridas del pasado.