Es relevante mencionar antes que nada, una de las emociones que va a tener protagonismo en la zoofobia, el miedo.
El miedo de forma adaptativa se produce cuando una persona detecta una amenaza real para su integridad, con ello activando y preparando al cuerpo para generar una respuesta ante la amenaza. Pero puede ocurrir que de forma desadaptativa se produzca una sobreactivación, que sea frecuente, intensa y con una duración extensa, ante situaciones que no son una amenaza real. Pudiendo así desencadenar un trastorno de ansiedad, que entre ellos se encuentran la fobia.
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Toggle¿Qué es la zoofobia?
La zoofobia es una fobia específica, donde se genera una respuesta de ansiedad de forma desproporcionadamente intensa ante un estímulo. En este caso los estímulos pueden ser diferentes animales como arañas, pájaros, gatos, serpientes, perros, cucarachas, ratones, etc.
Normalmente las personas que tienen zoofobia, presentan miedo por un tipo de animal en concreto y no en otras especies.
Posibles causas de la zoofobia
Síntomas del pánico a los animales
Hay una gran variedad de síntomas, que dependerán de cada persona. Entre ellas está la sudoración excesiva, cefalea, malestar estomacal, opresión torácica, aumento de la frecuencia cardíaca, midriasis (dilatación de la pupila), sensación de hormigueo en las extremidades, síncope, temblores, mareos, falta de aliento, etc.Estos serían de tipo fisiológico.
De forma cognitivo y comportamental se encontrarían los pensamientos catastróficos, como imágenes o auto-verbalizaciones de las consecuencias negativas que pueden ocurrir. Finalmente se produciría a nivel motor la evitación del estímulo de la forma más rápida posible.
Estos síntomas pueden aparecer tanto en presencia del estímulo como en la anticipación de la presencia del estímulo temido
Tratamiento psicológico de la fobia a los animales
Generalmente se trabaja el manejo del miedo y la respuesta de ansiedad, mediante exposición al estímulo de forma repetida. Puede ser en una situación real o realidad virtual.
La finalidad de la exposición es que el paciente en presencia del estímulo temido experimente por sí mismo, que no ocurre ninguna de las consecuencias catastróficas o temidas. Para ello se presentará el estímulo de forma gradual, con determinados intervalos de tiempo, puede ser de forma directa o indirecta.
A la vez también se trabaja a nivel cognitivo estos pensamientos y creencias desadaptativas ante el estímulo, como también se trabaja la relajación de la ansiedad que produce la propia exposición.
¿Cómo hacer una vida normal sufriendo zoofobia?
Esto va a depender de la gravedad de la fobia y de la interferencia en la vida cotidiana. Es decir, muchas personas pueden convivir con el temor al animal, ya que pueden evitar el contacto con el animal temido.
Pero en otras ocasiones sí puede ser incapacitante, desencadenando no solo el malestar de la fobia si no también la interferencia en la vida cotidiana de la persona.
Dado que las técnicas para intervenir son simples y efectivas, merece la pena darle solución y tratar la fobia, así pudiendo tener una vida más plena y satisfactoria.