A menudo se utiliza el término “comer” como acción en la cual tomamos la decisión de ingerir alimentos independiente mente de su valor nutricional, basando nuestra elección en gran medida en otras propiedades como las organolépticas (sabor, textura…) con el fin de saciar una necesidad momentánea de “hambre” o “ansiedad” o mero placer.
Por lo cual sacamos a la luz términos como “comer”, “hambre”, “ansiedad” muy comúnmente utilizados en nuestro lenguaje alimenticio cotidiano, pero que realmente está fuera de su contexto y normalizados, y aceptados como algo que realmente no son.
En este artículo vamos a darle el significado real a estos términos con el fin de entender la alimentación desde un contexto más educacional y veraz.
Tabla de Contenidos
Toggle¿Es lo mismo alimentarse que nutrirse?
¿Qué es alimentarse?
Alimentarse es el proceso voluntario mediante el cual elegimos los alimentos y la forma de consumirlos según apetencias, preferencias culinarias, clima, etc.
¿Qué es nutrirse?
Nutrirse es el proceso involuntario por el que los nutrientes y otras sustancias ingeridas se incorporan al medio interno. La nutrición consiste en un conjunto de fenómenos químicos, fisiológicos y bioquímicos cuyo resultado final es el aprovechamiento de los nutrientes por nuestro organismo (digestión, absorción, distribución, metabolismo y excreción) ya sea mediante su transformación en elementos más simples o mediante su incorporación como elementos estructurales.
La alimentación humana es un proceso complejo ya que la toma de decisiones no se base exclusivamente en un objetivo físico o de salud, sino que está influenciada por los diferentes entornos y situaciones que nos rodean; entorno social, entrono familiar, entorno laboral, entorno cultura, estado emocional, estado cognitivo… Se puede decir que existen muchas maneras de alimentarse, pero una sola de nutrirse.
Por todo ello el termino COMER debería englobar en sí el termino ALIMENTARSE y NUTRIRSE. Es decir, comer es la acción mecánica por la que elegimos ALIMENTOS con el fin o no de obtener NUTRIENTES para garantizar un estado de vida y salud.
¿Qué es el hambre?
Según la Real Academia de la Lengua Española, el termino hambre se define como;
- Gana y necesidad de comer.
- Escasez de alimentos básicos, que cause carestía y miseria generalizada.
- Apetito o deseo ardiente de algo.
Socialmente el termino hambre difiere bastante de la definición en teoría “correcta” ya que esta, está indicada a la palabra en si no al conjunto de situaciones que hacen que se produzca esa situación “hambre”.
Por lo cual desde mi experiencia no creo que el “hambre” tenga una definición absoluta si no que es una interpretación de la suma de circunstancias que se dan y de la acción final de la misma, ingerir alimentos (comer) con el fin de saciar esa necesidad. Por lo cual vamos a intentar definir el hambre desde una perspectiva basada en la experiencia, el conocimiento y la alimentación.
Para definir el hambre me gusta coger símiles de situaciones que se nos dan en el día a día. El hambre sería lo equivalente a la luz de reserva de un coche. Es decir, el hambre es un mero indicador, nos indica que aún tenemos energía “gasolina”, pero que deberíamos ir valorando la posibilidad de para a repostar. Por lo cual si esto lo traducimos a lenguaje matemático;
Hambre = ↓e (falta de energía)
Ya tendríamos el primer paso, ya sabemos que hambre es igual a falta de energía, es decir debemos buscar alimentos que nos aporten energía para cubrir esa necesidad. ¿Pero todos los alimentos que consumimos nos aportan energía? Lo respuesta es simple y a su vez compleja, NO, no todos los alimentos que consumimos nos aportan energía.
Para ello debemos primero saber identificar los nutrientes que tienen la función de aportar energía y luego identificar los alimentos que nos aportan energía. Para no enrollarme mucho y facilitaros la comprensión y diseñado una infografía donde se detalla dicha información.
Existen 3 macronutrientes principales:
- CARBOHIDRATOS: Tienen función energética.
- PROTEÍNAS: Tienen función estructural.
- GRASAS: Tienen función energética.
Evidentemente la definición de cada nutriente es mucho más amplia, pero no se trata de que sepáis cada función o definición si no su funcionamiento y finalidad.
Por lo general cuando tenemos “hambre” solemos responder “comiendo”, hasta ahí todo claro. ¿Pero nuestra elección de alimentos es la adecuada para cubrir esa necesidad? Esa es la pregunta que debemos hacernos. Normalmente la primera acción es consumir alimentos de nuestro agrado o alimentos que estamos más familiarizados por preferencias culinarias, gustos, costumbres, cultura etc. Y a veces es una elección correcta y otras no. El problema principal reside en que realmente no sabemos si esa elección ha sido la correcta o no y de ahí que se pueda generar una sensación de mal estar o incertidumbre “ansiedad”.
¿Que nos demuestra toda esta reflexión? Que no hay una alimentación única y perfecta que la toma de decisiones no se puede basar solo en lo que creemos que es lo correcto o en nuestras preferencias culinarias o en el gurú o profesional de turno (también nos equivocamos), la toma de decisión debe englobar todo lo anterior y especialmente CONOCIMIENTO.
¡Si basamos nuestra toma de decisiones en el simple hecho de asegurarnos una mínima cantidad de alimentos que nos aporten nutrientes tales como hidratos de carbono de calidad (no azucares o refinados), proteínas y grasas saludables, ya lo tenemos! Ya hemos conseguido lo más difícil, romper las barreras disfrutar de la alimentación, nutrirnos y “saciar” ese “hambre”.