¿Qué es el pie diabético?
¿Tienes diabetes? ¿Tus niveles de azúcar en sangre son altos?
Con el paso del tiempo, esta patología daña los nervios y desencadena una pérdida de la sensibilidad, que se conoce como neuropatía diabética.
Una de las partes más afectadas por la diabetes son los pies, alrededor del 15% de los pacientes diabéticos desarrollan una ulcera en el pie.
La pérdida de sensibilidad conlleva problemas como no sentir una piedra en el calcetín, un posible corte o heridas que se pueden infectar u causar graves problemas de salud.
La diabetes puede disminuir la cantidad de flujo de sangre lo que dificulta el proceso de curación. Una lesión leve se puede convertir en una infección grave, hasta llevar a un proceso de gangrena.
Como prevenir el pie diabético
- Revisa los pies todos los días.
Pon más atención al dedo gordo, espacio entre los dedos, posibles ampollas, parte de debajo de los dedos, el talón.
Revisa cualquier rozadura o enrojecimiento, callos nuevos, pequeñas lesiones en la piel como verrugas.
- Buen corte de uñas.
Es importante que acudas a tu podólogo, no dejar picos es esencial para evitar posible traumatismos en la piel.
- Buena higiene.
Te tienes que lavar los pies todos los días, es recomendable con agua tibia y jabón. Secarlos bien, haciendo hincapié entre los dedos y una posterior hidratación con una crema adecuada.
- Frio excesivo.
Especial atención a no exponer los pies a frío ni calor excesivo, evita zonas de exposición prolongadas o estar cerca de zonas de calor como radiadores, estufas…
- Uso de buen calzado y calcetines sintéticos.
Para poder elegir un calzado adecuado, se deben tener en cuenta:
- Que sea ligero y no oprima el pie
- Sin costuras internas
- Numeración ajustada a la parte más ancha del pie
- Suela de goma
- Con cordones o velcro
- Contrafuerte semirrígido
- Zapatos transpirables, mejor opción de piel.
- Mejora el flujo sanguíneo.
Pon los pies en alto cuando estés sentado. Mejora la circulación con una buena movilidad de tobillo y movimientos circulares de los dedos.
No uses materiales que opriman la extremidad, como media o calcetines con gomas muy duras.
El mantener una vida diaria activa no solo mejora la circulación sanguínea, es fundamental para una buena salud. Practica deporte, sal a andar, monta en bicicleta, haz yoga, juega al tenis, etc.
- Revisiones con el especialista.
Que le revisen los pies en cada visita ayudará a prevenir posibles problemas graves.
Es recomendable revisiones cada 6 meses con tu podólogo de confianza para que le realice exploraciones completas.